Vicen Morales: “Para mí, hacer teatro es una necesidad”

1400 personas les vieron representar en el Teatro Romea a finales de noviembre La vida es sueño. Hablamos con Vicen Morales y Fernando Ripoll, director y actor de La Nuca Teatro, una compañía murciana nacida hace cinco años y creada por exalumnos de la Escuela de Arte Dramático de Murcia. Aunque ahora no da para vivir de ella las ganas de hacer teatro no se las quita nadie. Dicen que es una necesidad.

¿Cuándo nace la compañía?

Vicen: La compañía se creó en 2008 y fue la continuación de un proyecto que tenía con otro compañero, Castillos de viento, y como estábamos en circuito me quedé yo para intentar aprovechar el momento que había de vivir del teatro, intentando compatibilizar proyectos artísticos que fueran, además, una forma de vida. Y así estuvimos con cuatro o cinco proyectos hasta 2011 que fue cuando, en Murcia, se fue la posibilidad de vivir del teatro. Seguimos con la idea de proyectos artísticos pero no hay una base de estructura comercial, se ha eliminado, la intención es hacer teatro, no hay otra. Es deficitario, no ganas, gastas.

¿Por qué el nombre de La Nuca?

Vicen: Cuando tenía la compañía Castillos de viento entramos en el circuito gallego e íbamos a formar una comunidad de bienes galega para entrar en él y teníamos que ponerle un nombre a la empresa. En un viaje en avión con mi compañero dijimos “¿Cuál es tu palabra favorita del diccionario?”, él dijo “esdrújula” y yo “nuca”. En mi caso porque me parece una parte muy débil pero a la misma vez muy importante, porque es la que sostiene la cabeza, y me gustó dentro del contexto, porque se estaba yendo todo a tomar viento, ponerle ese nombre a la compañía con la que continué la experiencia.

¿Creáis una compañía también para daos autoempleo?

Vicen: Sí, y para dar salida a una forma de vida que responde a una necesidad. Al menos para mí, ahora mismo no responde a un proyecto empresarial sino a una necesidad de comunicar, para lo que nos hemos formado, para lo que vivimos. Tenemos necesidad de hacer eso aunque no nos dé dinero.

¿Cuánta gente forma La Nuca?

Vicen: Cada proyecto es muy diferente. Con Fernando es la primera vez que trabajo. Hemos ido cambiando en cada proyecto, no hay nadie constante menos José Mª Bañón, actor, y yo.

¿Qué trabajos habéis hecho antes de La vida es sueño?

Vicen: Un pequeño grano de arena, un infantil que estuvo en FETEN -Feria Europea de Artes Escénicas FETEN para niños y niñas de Gijón-; La Bicharanga, una comedia musical; El profesor y la luna, que es una versión de La lección de Ionesco; Lluvia en la carretera 77, con la que estuvimos en el Experimenta Teatro en Rosario; Calígula y La vida es sueño.

¿Cómo surgió La Vida es sueño?

Vicen: Fue el proyecto final de 4º de Dirección Escénica. Había que afrontar un reto y siempre había sido un texto que me había motivado bastante, el que fuera en verso, el trabajo actoral, que a mí me interesa porque estudié antes Interpretación Textual, y porque creo que tiene un montón de posibilidades.

¿Es necesario adaptar los clásicos para que la gente los acoja mejor?

Vicen: Lo que se lleva ahora es actualizar los signos porque, aparentemente, cuando los ves tienes que trasladarle a otra época para entender ciertas cosas. Mi intención no es que veamos las cosas desde el prisma de nuestra época, sino que lo acerquemos lo suficiente para entenderlo. La vida es sueño está contextualizado a mitad del siglo XX.

¿Cómo fue el proceso de creación de Segismundo, tu personaje de La vida es sueño?

Fernando: Cuando me llamó Vicen ya habían empezado el proceso y era un reto grande el preparar en un mes y medio un personaje tan reconocido y en verso. Era un reto porque pasa por muchos estados anímicos y fue una búsqueda intensa. Hemos pasado por diferentes etapas, tuvimos que buscar un equilibrio donde estuviera la esencia que puede tener una persona que está encerrado durante 30 años sin ver apenas la luz y despertar y encontrarse con que es el rey y no entender nada. Eso era lo más complicado…y las partes oníricas.
El primer monólogo también, que se ha hecho de muchas maneras. Lo han hecho desde la parte reflexiva, el “ay, mísero de mí”, y planteamos hacerlo desde un punto de rabia. Ha sido muy satisfactorio, todos los personajes te dejan una huella y te vas enriqueciendo. Yo enseño que el teatro o el cine te dan la oportunidad de vivir sensaciones que en tu vida diaria es muy difícil vivir. Creo que la mayoría de gente que nos dedicamos a esto es por eso, si no seríamos unos kamikazes. Nuestra manera de conducir esta locura es dedicarnos al teatro o estaríamos como una regadera, estamos canalizados en el teatro y en nuestra vida diaria parecemos hasta normales.

¿Cómo ha sido subirse al escenario del Romea?

Fernando: Yo venía de estar un año sin actuar porque tengo un niño de 15 meses y volver al Romea fue como recordar el paso de tiempo, en el que creces como persona y como actor. Pero las sensaciones son como si actuases la primera vez, esos nervios, esa toma de contacto con el público. Aprendes a gestionarlo pero sigues sintiendo lo mismo, que es lo que te hacer volver a subirte a un escenario.

Vicen: Fue muy especial llevar el proyecto al teatro grande de la ciudad. Además el equipo de aquí es muy majo y ha sido bastante interesante el contacto con ellos. Y siempre da gusto pasar por la plaza del Romea y decir, “Mira, aquí vamos a hacer La vida es sueño”. Estoy muy orgulloso, pero tenía muy presente el desgaste que tenían los actores con tres funciones. Yo estaba en la mesa pero ellos tenían que estar dando el callo -risas-

¿En qué se diferencia La Nuca de las demás?

Veo que salen siempre mundos que no son reales, mundos diferentes. Siempre suelen ser historias poéticas, oníricas…pero supongo que hay gente que tendrá el mismo palo -risas-

¿Cuál es vuestro modelo?, ¿cómo quien os gustaría ser?

Vicen: Hay mucha gente a la que admiramos, Los Corderos, El Pont Flotant… En Murcia me gusta mucho el trabajo de Cesar Bernal, como artista, Javier Mateo…mucha gente, llevamos mucho tiempo formándonos y hemos ido bebiendo de uno y bebiendo de otro.

¿Cómo se mueve la compañía?

Vicen: Difícilmente. No hay una estructura de circuito que permita y favorezca la difusión de este tipo de trabajos. Esperamos con este proyecto que, por el título, porque también interesa en institutos, porque entra dentro del diseño de programas de estudios, que pueda rentabilizarse el hecho de que, cada vez que vayamos a un sitio se puedan hacer por la mañana funciones para secundaria y por la noche para el público en general. Para como está el momento es lo más viable.

¿Es más difícil encontrar un hueco para los directores que para los actores?

Vicen: Por estadística sí, pero poca gente vive ahora del teatro, tanto directores como actores. Porque como director puedes impulsar proyectos, pero como actor tienes que esperar a que te llamen. En Murcia hay muchísimos actores y de pronto en un año todo el mundo se acuerda de ti y en dos años, como dice Fernando, eres padre y ya nadie sabe que existes. Es muy difícil la condición de actor, porque tienes que enseñarte mucho y en el momento en el que dejes de hacerlo te pasan por encima tres generaciones de gente que ahora está en cuarto.

Tenéis trabajos fuera de la compañía. ¿Cuáles son?

Fernando: Yo me dedico básicamente a la enseñanza, doy clases en una Escuela de Teatro que creé en Cehegín y en una Escuela municipal de Música, Danza y Teatro en Cuevas de Almanzora, ese es mi sustento económico. Ahora mismo en Murcia no hay una compañía donde ningún miembro pueda vivir del teatro profesional por cómo está planteada la cosa. Se va al 90% o 100% a taquilla con lo cual cuando vas a sitios grandes puede ser rentable pero el salir a un pueblo es muy difícil que te pueda salir rentable. Esto, para la mayoría de gente, como dice Vicen, es una manera de entrenarte, subirte a un escenario que siempre te pica…

Vicen: Vamos a sentir que lo que hemos hecho sirve para algo, aunque no nos sirva para ganar dinero, pero sirve para dar rienda suelta. Es una necesidad que tengo, de no estar tres años sin hacer teatro. Cada año intento hacer cosas, pero cosas en las hay un déficit. Yo, como él, me dedico a la enseñanza.

Al no tener unos actores fijos ¿cómo los buscas?

Vicen: Porque nos conocemos todos. El no tener unos actores fijos responde, no solo a mí, sino a que, por ejemplo, yo llamo a Fernando para el siguiente proyecto y él no tiene tiempo porque tiene un trabajo que le impide. Es sobre todo por compatibilización de horarios. Los que nos conocemos desde hace 10 o 15 años estamos contentos de trabajar juntos. A mí no me sería difícil si pudiéramos formar compañías, si hubiera una estructura que lo permitiera. Si dijéramos “Venga, somos una compañía, cobramos mil euros cada uno y trabajamos 30 horas semanales” vamos, ahí se apuntaba…haríamos un grupo, un creador de espacios escénicos, un sonidista, pero no hay eso y tenemos que ir a salto de mata.

¿Qué hace falta, entonces?

Vicen: Dinero. O según el modelo que hay, que la gente estuviera muy habituada a ir al teatro. No se puede pretender que el sustento del artista sea la taquilla pero que desde la gestión cultural no se haga un esfuerzo en educar a la gente a que vaya al teatro o a un concierto. La cultura a lo largo de la historia es necesaria.

Fernando: Hay que encontrar el modelo. Se ha pasado de un modelo donde todo estaba subvencionado, donde en muchos sitios no se llegaba ni a cobrar, y se ha pasado al modelo contrario, donde no hay ayudas y el artista debe vivir de la taquilla. Hay que buscar el punto de equilibrio. Recuerdo cuando iba a Alemania que el teatro estaba siempre lleno y las entradas no eran caras, de 10 u 8 euros. Aquí es difícil que vayas a actuar a un pueblo y te encuentres a más de 10 personas con una entrada de 6 euros. En los últimos años de Murcia Cultural se planteó la idea de que hubieran gestores en los pueblos pero no los ha habido ni los hay.

¿Hay buena calidad teatral en Murcia?

Fernando: Hay muy buena calidad porque hay una escuela que, con sus cosas buenas y sus cosas malas, forma. En Murcia, pese a ser una ciudad pequeña, hay un germen cultural, pero no solo en teatro, también en moda, en fotografía. Lo artístico se mueve, porque hay muchas escuelas y porque hay gente que se queda, que tiene su sitio. La escuela te sirve también para conocer gente y eso crea un germen. Se está yendo hacia otro sitio, no sabemos hacia donde, pero Murcia es una ciudad inquieta. Ha llegado una crisis y han surgido cinco o seis sitios pequeños donde se hacen cosas en otros formatos. Pero aún no ha conseguido a nivel de artes escénicas que haya un grupo que haya explotado a nivel nacional y que haya sido un referente.

Vicen: Si que existiría la posibilidad, equipo hay de sobra en todo, en cada ámbito hay gente súper preparada.

Fernando: Son cosas que deben surgir espontáneamente. No creo en los proyectos que se fuerzan, eso puede hacer un proyecto muy bueno, pero no crea a la larga una compañía con un estilo en común. Son cosas que se deben fomentar y así de 20 saldrá uno o dos con un estilo que perdure en el tiempo.

Entrevista: Mercedes Zambudio

Fotografías: Raúl Alcántara 

Lugar: Teatro Romea, Murcia, ensayo compañía ‘La Nuca’

ESADFernando RipollLa Nuca TeatroLa vida es sueñoTeatroTeatro RomeaVicen Morales