Cesar Oliva Bernal: “Trabajar para niños es difícil porque no sabes cómo van a reaccionar”
Conocimos la historia con el rostro y la voz de Judy Garland. De su mano recorrimos una a una las baldosas amarillas hasta Oz con el deseo de volver a Kansas. A su lado nos fuimos encontrando con el Espantapájaros sin cerebro, el Hombre de Hojalata sin corazón y el León sin valor. Lyman Frank Baum creó a Dorothy hace 113 años como protagonista de su cuento ‘El maravilloso mago de Oz’ y, decenas de adaptaciones después, en todos los formatos posibles, ha llegado al Teatro Circo de Murcia para pasar las fiestas de mano de un equipo formado por gente de aquí. Los dirige Cesar Oliva Bernal y con él repasamos, baldosa a baldosa, este Oz a la murciana.
¿Por qué elegisteis ‘El Mago de Oz’ para representar estas Navidades?
Fue una de las dos o tres opciones que se barajaron al principio por parte del Teatro Circo, a nosotros nos llegó esa selección. ‘El Mago de Oz’ es una obra que cuenta una historia de superación de una niña, de personajes que van reuniendo valor, ideas o sentimientos a lo largo de un camino. Es una historia que a los niños siempre les ha gustado por ese componente de entretenimiento, además es educativa y es formativa, pero a los adultos también les gusta porque es una historia muy divertida y de personajes muy extravagantes, como los hombrecitos azules. Creo que como mejor se puede sintetizar es como una historia de aventuras para niños, con la cual ellos se entretienen y los mayores se divierten. Era una buena opción y además es un musical.
Convocasteis un casting este verano ¿qué buscabais?
Gente muy versátil, que tuviera capacidad de bailar, cantar y actuar, pero también que se ajustara a los perfiles del cuento. Buscábamos un león que pareciera un león y encontramos a Paco Beltrán, un espantapájaros que fuera divertido, simpático, carismático y encontramos a Sergio Alarcón y un hombre de hojalata que tenía un handicap muy importante, que era tener la capacidad de moverse dentro de una lata, el vestuario que le ponemos, y Jacobo Espinosa ha estado muy generoso porque ha trabajado mucho los movimientos corporales del personaje tanto en las escenas, como en los bailes, donde se marca un claqué espectacular.
La ESAD ha surtido de actores la obra, ¿no?
Todos son exalumnos de la ESAD, algunos recién licenciados y otros con unos años más. Estamos muy contentos de que la Escuela de Arte Dramático haya sido la base de la producción. No ha sido intencionado, al casting se presentó gente de escuelas de otras ciudades, de Vigo, Canarias, Madrid, la situación teatral no está en buena forma y si hay trabajo en Murcia o en Bilbao la gente quiere trabajar y había gente dispuesta a venir. Sin embargo, algo bueno se tendrá que estar haciendo en la ESAD porque al final todos los que han participado en el reparto son de ahí.
¿Cómo ha sido el trabajo de adaptación del cuento?
Ese ha sido el trabajo de Fulgencio Martínez Lax que ha hecho una dramaturgia libre del cuento, hay algunos cambios en las secuencias, en cómo se cuenta. En la película hay una bruja buena al principio y una bruja mala después y aquí no. En nuestra obra queríamos contar una historia sobre el escenario, que nos permitiera ver ese mundo a través la niña. Él ha tenido toda la libertad del mundo para adaptar el cuento y nos la dio a nosotros a la hora de subirlo a escena y ver qué cosas funcionaban y cuáles no, cambiarlas de sitio, y adaptarlo a nuestras propias necesidades.
Quien venga verá un final es distinto al que conocemos por la película.
Es ligeramente diferente. En distintas adaptaciones se ha variado el final, hay unas donde Dorita se queda reinando en Oz porque es la heredera, otras donde despierta, o donde regresa de alguna manera mágica. Hemos cogido elementos de distintas versiones eliminando los que nos parecían más realistas y yendo a algo más mágico.
Pero, las canciones sí que son las mismas.
Sí, puesto que son conocidas y es un aliciente para el público que las ha oído, los mayores tienen un elemento nostálgico y hemos elegido algunas de las más representativas. Hemos añadido una, la del Jitterbug, el bicho que pica y te hace bailar, que no aparece en el montaje final de la película aunque está grabada y se pueden ver algunas imágenes en Youtube. La hemos incluido porque creemos que es la más teatral, la que más podía lucirse en un escenario.
El dibujante de cómic Juan Álvarez también ha participado ¿cuál ha sido su trabajo?
La idea fue que, aparte del diseño de escenografía y vestuario, le diera homogeneidad al espectáculo porque existen muchas adaptaciones teatrales, cinematográficas, en cine mudo, en televisión, animación… Hay tantas imágenes que necesitábamos una idea nueva y fresca, Juan Álvarez propuso esta, tanto en los fondos como el vestuario de los personajes, que es muy original.
Los cambios de vestuario más llamativos son los de Dorita, que no viste como en la película, y el Hombre de Hojalata, que es una lata de refresco.
Como desde el principio sabíamos que una de las escenas era en el país de los hombrecitos azules sabíamos que Dorita no iba a vestir de azul y era un riesgo, porque mucha gente me lo ha dicho al ver el cartel. El hombre de hojalata también es diferente, el león lleva una camiseta rockera…tiene un toque más contemporáneo, de una cultura pop. Queríamos que los niños y no tan niños reconocieran elementos de hoy .
¿Es difícil preparar un espectáculo para niños?
Es bastante difícil sobre todo porque por mucho que planees cosas, al final no sabes cómo van a reaccionar, cuándo se van a aburrir, cuándo se van a cansar, no puedes prever algunas cosas. Pero los actores deben estar ahora muy atentos y usar las reacciones del público, cuando se rían, cuando haya silencios demasiado largos… ahora es cuando van a lidiar con eso.
Al venir de pequeños ¿se convierten los niños en espectadores del futuro?
Claro. Es el público más importante, y para mí es un orgullo contribuir de alguna manera a eso, para mí y para todos lo que hemos trabajado en esto. Tal y como están las cosas necesitamos público, ya no se pueden subvencionar grandes espectáculos y necesitamos que la gente vaya al teatro y se acostumbren desde pequeños a que se lo pueden pasar bien en él. El problema es que no estamos acostumbrados a eso, a que las producciones se paguen con la taquilla, el tema de las subvenciones…entonces, si desde pequeño se aprende que no solo está la televisión, el cine, el futbol, sino que un jueves por la noche puedo ir al teatro, es fantástico.
Entrevista: Mercedes Zambudio
Fotos: Raúl Alcántara
Lugar: Ensayo general de “El Mago de Oz”, Teatro Circo
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Tuve la suerte de asistir a ese entrañable musical, en el que mi marido y yo disfrutamos a la par que mis dos hijos, todos los personajes los personajes lo hicieron muy bien, pero tengo que destacar, que fueron los hombrecillos, los ciudadanos de ciudad esmeralda y todas sus coreografías los que hicieron que pasásemos esa tarde tan entretenida, de los cuales hecho de menos alguna foto de ellos en esta entrevista.
Enhorabuena a todos por ese gran trabajo.
Mari Carmen, muchas gracias por seguirnos y dedicar tu tiempo a la interesante entrevista de Mercedes Zambudio, nuestra colaboradora experta en teatro. Esperamos más comentarios. ¡Un saludo!
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