Cayetana Ferrer: «En los momentos de crisis es cuando descubres quién te apoya de verdad y quién prefiere decirte lo difícil que es trabajar en la moda»
Detrás de su voz dulce y un rostro risueño descubrimos a Cayetana Ferrer, una murciana que dejó todo para cumplir su sueño, dedicarse a la moda. Tras comenzar Farmacia en Granada sus inquietudes y vocación la llevaron a la capital española para formarse en el Instituto Europeo de Diseño. Más tarde, continuó su viaje trabajando y estudiando en una de las cunas de la moda – Francia – bajo el mandato de la firma internacional Claudie Pierlot. Madrid y Paris le otorgaron la formación y la ciudad del amor le dio su inspiración. Hoy nos acoge en su coqueto atelier en la calle Trapería, un lugar donde se unen la imaginación, la fantasía y el sabor francés.
Todos sabemos que hay decisiones difíciles que marcan un antes y después en nuestras vidas y más cuando se trata del futuro profesional. En tu caso concreto ¿Qué fue lo que te impulsó a dejar tus estudios en Farmacia y volcarte al Diseño de Moda?
Desde que era pequeña sabía que quería estudiar Moda mucho más que Farmacia, pero el miedo al no ser una salida convencional me impidió inclinarme por esta rama. Por otro lado, el bachiller de ciencias también era una opción que me atraía bastante. Finalmente, decidí comenzar con Farmacia por la presión social y el dilema que esto me provocaba, entre otras cosas, pero después no me veía trabajando en este sector. Aunque era una carrera bonita no me llenaba como para dedicar toda mi vida a ello. Después de una crisis, mucho sacrificio e indecisiones opté por dejarlo todo y marcharme a estudiar al Instituto Europeo de Diseño en Madrid. Es en estos momentos cuando descubres quién te apoya de verdad y quien prefiere decirte lo difícil que es trabajar en moda.
Aunque es un mundo demasiado moderno en mi opinión, la experiencia en IED fue muy buena. Tengo gratos recuerdos de la escuela y aprendí muchísimo. En una carrera como esta te das cuenta que la teoría no tiene nada que ver con la práctica. Los proyectos eran mucho más imaginativos puesto que no tienes que enfocarlos con un fin comercial. Tienes más libertad y te dejas llevar por la fantasía aunque no me considero demasiado vanguardista, prefiero la moda clásica.
Después seguí formándome en Paris, la ciudad con la que más me identifico en cuanto a estilo y costura. Hice varios cursos en la École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne estudiando en profundidad temas como el volumen y el patronaje. Estos cursos los compaginaba con mi trabajo en la firma Claudie Pierlot que se encuentra dentro de un importante grupo de moda francés. Sin embargo, a pesar de conocer y manejar la parte industrial de la moda tenía pendiente el área de comunicación, el trato con el cliente.
Por eso, después de tu estancia en Paris viajaste a Madrid para trabajar en Beba’s Closet, una de las marcas que más te atraían por aquel entonces. ¿Por qué decidiste regresar a Murcia en vez de seguir trabajando en esta marca? ¿Tenías ya en mente crear tu propia firma personal?
Antes de ir a Madrid estuve preparando con profesionales mi idea de proyecto como el diseño del logo, la web… pero por empezar algo que en un futuro esperaba tener. Después me trasladé a la capital para comenzar a trabajar en Beba’s Closet, una marca de novias y diseño a medida cuya filosofía me gusta mucho. Durante mi estancia tuve la suerte de participar en un curso que la marca impartió sobre cómo crear una firma de moda. A raíz de mi experiencia y formación en Beba’s Closet comencé a crear mi proyecto personal y poner en práctica todo lo que había aprendido. Finalmente, todo esto desembocó en la exposición de mis diseños en el Casino de Murcia. A partir de ahí comenzaron a surgir encargos que me obligaron a tomar una decisión, o dejaba mis compromisos y me trasladaba a Madrid o bien apostaba por mí misma y mi propia firma.
Hablemos de “Cayetana Ferrer”
La fantasía y el romanticismo son características propia de tu marca, ¿con qué otros elementos te ves identificada o son esenciales en tus colecciones?
Mi objetivo principal es que la mujer se sienta femenina a la misma vez que cómoda. Intento que en cada figura se saque el máximo partido, por eso, las medidas son un punto muy importante para mí. Aunque tenga una colección creada para la temporada, si hay alguien que necesite un talle u otro intento jugar con eso para adaptarlo perfectamente a su cuerpo.
Otro elemento fundamental en mi trabajo son los tejidos, siempre busco telas que tengan buena calidad. Prefiero hacer pocas prendas pero de calidad y no al contrario. Mi última colección, por ejemplo, son 7 u 8 vestidos que también me sirven de muestrario para que la clienta pueda probarlo por si hay otras opciones más personalizadas que desee para ella. Los tejidos procuro comprarlos todos fuera, no por nada si no porque intento que sean exclusivos. Viajo para encontrar cosas distintas que no están vistas en Murcia.
Seguro que has cumplido gran parte de tus sueños como profesional pero tendrás muchos más por cumplir y ver realizados…
Sí, mi sueño realmente es poder dedicarme a novias. Poco a poco, ya tengo un par de vestidos aunque no lo quiero hacer de forma exclusiva, sino combinándolos con otras prendas como las que creo en mis colecciones actuales. Me gustan las novias románticas, las telas vaporosas… pero sí, me gustaría que se me conociera por eso. Tengo ahora mismo dos vestidos: uno lo presenté en la inauguración de mi atelier porque me parecía clave que si yo en un futuro quería dedicarme a ello era fundamental tener uno en la tienda. Y el segundo diseño lo creé para cerrar el desfile del certamen de Murcia Fashion Week el año pasado.
Desde tus primeras colecciones como Délicate Renaissance o L´acrobatie has evolucionado hacia un diseño más comercial pero siempre manteniendo ese punto chic francés. Este invierno, por ejemplo, has introducido más color respecto a la colección anterior.
La primera de todas, Délicate Renaissance, fue mi proyecto final de carrera, una colección más o menos convencional basada en la mujer francesa. Era muy delicada, con muchos detalles como encajes, terminaciones de puños a mano y mucho volumen. Es más fantástica que la siguiente ya que se inspiraba en la mujer del renacimiento, el cambio que tuvo en esa época. La de L´acrobatie empieza con Picasso y su Etapa Rosa, está más descontextualizada pero pese a que mucha gente le gustó no era una colección creada para su comercialización.
Tras la apertura de mi atelier, las colecciones posteriores han sido más ponibles pero de eso se trata, por mucha imaginación que tengas, debes tener los pies en la tierra y saber que el objetivo es vender. Para mí, en la moda esto me parece esencial, creo que tanto el punto artístico como el empresarial deben ir de la mano.
¿Sigues las tendencias o te identificas como una diseñadora atemporal?
Es muy difícil mantenerse alejada de las tendencias, pero desde el momento que los tejidos que compras te vienen marcados por ellas. Este invierno hay rojo por todos lados así que es imposible, los encajes, el guipur… Además de los colores nuestros, las tintadas de las telas vienen selladas por las tendencias. Sí que es verdad que aunque te empapes de toda la moda y los desfiles de temporada, al final te quedas con lo que más se asemeja a ti, interpretando aquello con lo que te sientes más identificada. A pesar de ello, intento siempre ser fiel a mi misma y mi estilo.
Hablando de romanticismo… en las pasarelas hay grandes artistas que son un referente para este tipo de moda ¿Cuáles son tus diseñadores por excelencia? ¿Te sientes identificada con el tipo de mujer que presentan firmas como Elie Saab o Zuhair Murad?
A día de hoy la casa que más me gusta es Valentino. Cuando se retiró pensaba que no iban a mantener el nivel pero creo que le han dado una vuelta romántica increíble. Giambatista Balli, Lanvain… -suspira- Me gusta admirar los vestidos de ensueño de Elie Saab aunque el uso de pedrería para mi opinión es en exceso. Yo me siento más identificada con una moda más sencilla aunque admiro mucho el trabajo que hay detrás.
Descríbenos a grandes trazos tu última colección: los tejidos, el estilo, los colores…
Está inspirada en las “Chicas Gibson” del ilustrador americano Charles Gibson. Este dibujante creó un ideal de belleza femenino durante la Belle Époque americana. No obstante, son diseños totalmente adaptados a nuestros días. La mezcla de tejidos y las referencias a esta época se basan en elementos como las mangas, los escotes y los picos que adquieren más importancia con tejidos ricos como el encaje. En cuanto al color he optado por salir de los tonos oscuros introduciendo verdes esmeralda y rojos. Intento que la gente se vista y se vea con más color. Este otoño en concreto, he recibido mucha demanda de clientas que buscaban prendas en rojo, así que también me adapto a lo que ellas vayan buscando.
Además de prendas, otra de tus debilidades son los tocados, háblanos sobre ellos. ¿Has pensado embarcarte el mundo de los complementos como bolsos o zapatos?
Yo empecé haciendo tocados porque cuando estaba en Madrid no me era fácil hacer prendas. Normalmente los hago para tener una muestra y que las clientas puedan probárselos, pero fundamentalmente se hacen a medida y personalizados según el vestido, la forma del rostro o lo atrevida que sea la clienta. Respecto a los complementos, tengo varias piezas de metal como diademas, cinturones… todas ellas elaboradas de forma artesanal por mi madre quien hizo Diseño de Joyas. Trabaja con tres chicas más que forman un grupo llamado Cuatro Autoras, confeccionaron una colección preciosa para mis últimos vestidos. Fue una experiencia muy bonita -sonríe-. Respecto a trabajar en el mundo de los complementos como dices, sí lo he pensado, pero lo veo para más adelante.
¿No piensas introducirte en el sector masculino?
Sí, me interesa muchísimo porque he recibido bastantes peticiones de este sector -ríe-. Mis amigos me preguntan siempre cuándo voy a empezar a crear cosas para ellos ya que lo que he realizado hasta el momento han sido tres corbatas y dos camisas pero más bien a modo regalo. Antes de aventurarme con un accesorio me atrevería más con hombre pero siempre en prendas sueltas.
Y para terminar…como mujer emprendedora ¿Te has sentido apoyada por las instituciones, organismos y certámenes de moda en Murcia? ¿Cómo ha sido tu acogida en relación con el público murciano?
Respecto a las instituciones menos, pero yo tampoco me he molestado mucho en investigar. Sí que me informé y pregunté pero no veía que las cosas arrancaran… En cuanto a los certámenes como el MMOD (Murcia Open Desing) el año pasado tuve buena experiencia y con Murcia Fashion Week igual, me encantó. Creo que en Murcia se hacen cosas, pero deberían potenciar más las acciones de moda… Sin embargo, cuando no hay dinero, este tipo de eventos son los primeros que se recortan pero a la vez tampoco se generan nuevas oportunidades ni trabajo. Respecto a la gente, sí me he sentido muy apoyada, más de lo que me imaginaba. Al final, cuando estás en tu ciudad y alguna clienta regresa para repetir es la mejor sensación -sonríe-, para mí es lo más gratificante de mi trabajo.
Entrevista: Isabel Gómez Abia
Fotografías: Lola Salinas
Lugar: Atelier Cayetana Ferrer. C/. Trapería, Murcia
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