Joaquín Lisón: “Ayer les tocó a unos, mañana serán otros, intentamos mantener vivo algo que amamos”
No estamos acostumbrados a entrar a un teatro y que nos digan que no vamos a salir de allí hasta tres horas después. De hecho, las obras clásicas se acortan para dejarlas en los estandarizados 90 minutos. Pero si te dejas caer en una de las maratones de DeCorrido, mejor no hagas planes esa noche. Cinco pequeñas propuestas de danza, teatro o cualquier otra arte escénica minoritaria alternadas con descansos al aire libre en plena noche en medio de la huerta es lo que te encuentras si cruzas la puerta de una de sus cinco sedes repartidas por los alrededores de la ciudad de Murcia. Entre rincones repletos de obras de arte, nos sentamos con el director artístico de DeCorrido, Joaquín Lisón, para hablar de estos cinco espectáculos por noche que te agitarán sin piedad.
Este año se celebra la II Edición del Festival DeCorrido. ¿Cómo nace?
Nace de una necesidad. Hace un año y medio, una serie de creadores murcianos teníamos unos espectáculos listos para presentar al público y no teníamos salas para presentarlos y, a consecuencia, tampoco público. Conocimos a Ricardo Moreno y nos dijo que nos abría las puertas del Quirófano para presentarlos, y que por qué no hacíamos una pequeña convocatoria para hacer un fin de semana con esos espectáculos, que están un poco fuera de circuito o sin capacidad para poder sobrevivir. De ese encuentro con él sale esa pequeña idea que se transforma en la I Edición del Festival DeCorrido, donde se hace una convocatoria a nivel nacional pensando en que seguro que había un montón de gente como nosotros que está con su espectáculo muerto o invisible, fuera de circuito… Y aparecieron un montón.
El subtítulo del Festival es Agitación Escénica, ¿qué significa?
Fue un slogan que salió el año pasado, no sabíamos realmente la razón, pero fue algo intuitivo, queríamos agitar la escena. Yo entiendo que es coger el mundo de la escena, agitarlo y que puedan aparecer esos trabajos que están fuera de los circuitos comerciales, que tienen propuesta más arriesgadas, dramaturgias más difíciles, artistas marginales, actores en paro, proyectos imposibles, inacabados, anti-espectáculos, experimentos o working progress. Esa amalgama de propuestas escénicas que pueden estar en el margen. Pero también agitar la escena para el público, que, después de estar cuatro o cinco horas con nosotros, viendo esta maratón, esté o salga agitado, que se vea llevado de un espectáculo a otro, de una emoción a otra, de un mundo a otro y que salga emocionado y removido.
Veo por aquí mucha gente trabajando, ¿quién forma parte de DeCorrido?
Hay muchos voluntarios, gente en prácticas de la Universidad de Murcia y de la UCAM, otros que están haciendo Grados Superiores de Audiovisual, y a través del Quirófano recibimos esos alumnos que colaboran con el Festival. La figura del voluntariado es fundamental, porque del primero al último, somos voluntarios, ya que rentabilidad no hay. La gente más joven, en prácticas, que quiere conocer el mundo de las artes escénicas ganan la posibilidad de aprender y los más mayorcitos, estamos porque nos ha tocado este tiempo y hacer algo por nuestra profesión, a la que queremos, a la que amamos y a la que necesitamos para seguir viviendo.
¿Cómo fue la primera edición, el año pasado?
Fue una pasada. Nos pasamos de la raya. Elegimos la fórmula del maratón puesto que había muchos espectáculos pequeños y lo más adecuado era organizarlo así porque pensábamos que al público le iba a encantar. Hicimos una programación de cinco días, con cinco maratones y 54 espectáculos, llenamos las salas de público, y les encantó la propuesta. Es un festival auto-gestionado y las cuentas no salieron bien del todo, y en esta segunda edición estamos trabajando en intentar que sea rentable, respetar la profesión, no hacer de la necesidad del artista una posibilidad de armar un festival, sino que sea un apoyo real a los artistas y que se vayan de aquí con un pequeño salario. El dinero sale de la taquilla, no tenemos más financiación que esa, y algún patrocinador que ha apoyado este año como Trampantojo Artes Escénicas, Nacho Vilar Producciones y Ecoproyecta, gente vinculada con el mundo de la escena o la arquitectura, y el Ayuntamiento, que también nos ha dejado un poquito de dinero… No mucho, pero un poquito. Básicamente, se alimenta de la taquilla que luego se reparte entre todos.
Una de esas maratones puede durar más de tres horas ¿qué pasa cuando cruzamos la puerta de una de las sedes de DeCorrido?
Este viernes, por ejemplo, llegas aquí, al Quirófano, a las 21:00 horas, y en la terraza podrás ver Vo-ra-gin-e Torbellino… espiral, una pieza performativa de Ana Carretero, que es murciana, y que dura 15 minutos. Termina, y a continuación entran Los traperos de Emaus, un proyecto de teatro dentro del marco social de esta asociación, que trabaja con sus empleados a nivel técnico teatral con motivos de reinserción social, ellos representan la obra La rutina diaria de San Pedro. Termina, y entra Esfera Teatro, que presenta Ecce Hommo. A las 22:00 horas termina ese bloque y hay un descanso donde la cantina enciende sus luces, pone su música, y puedes tomarte una cerveza, un refresco, un bocata o una tapa. A las 22:30 volvemos a empezar con otros dos espectáculos y nos bajamos a la Sala de Operaciones, terminan esos dos espectáculos y subimos otra vez a la terraza a tener otro descanso de media hora y volvemos a las 00:00 horas a la Sala, a ver un espectáculo de danza contemporánea de Helena Pellisé, una bailarina de Barcelona que está destacando mucho.
Con tanto sube y baja y tanta tapa me imagino que los espectadores terminarán hablando entre sí.
El público se conoce e incluso conocen a los artistas, porque cuando terminan se unen como público. Puedes hablar con un artista, con otro espectador, conoces la noche con otra gente.
Una de esas maratones está dedica a los niños, el público del mañana también es agitado.
El sábado hay dos maratones, la de 18:00 horas está dedicada al público familiar, y después comienza la de adultos. Hay que crear público del futuro porque también hay mucha creación para los niños, muchos artistas trabajan para ese público menor.
DeCorrido transcurre fuera de locales dependientes de la administración, como parte de su filosofía, ¿no?
El Festival está organizado por esos espacios independientes económicamente hablando, donde hacen la labor de dar cabida a la cultura menos oficial: El Quirófano, La Azotea, La Madriguera, Los Pájaros y La Chimenea Escénica. Ellos iniciaron el año pasado DeCorrido y crearon la Red de espacios culturales independientes de Murcia.
Son necesarios para que Murcia tenga una cultura sana. Que haya proyectos que tengan una línea libre de actuación, creo que es salud social y cultural. Hacen un esfuerzo por mantenerse abiertos, porque no reciben muchas ayudas, no pueden cobrar entradas descabelladas y sobreviven, pero no estaría mal que algún día el público se dé cuenta de la labor que hacen y qué tan importante es la cultura oficial como la no-oficial, o de base. Parece que en época de crisis estos espacios afloran más porque la cultura oficial no puede resistir la crisis económica y la propia gente de la cultura está gestionando estas iniciativas. Ayer fueron unos, mañana serán otros pero es una manera de mantener vivo algo, porque lo amas y porque forma parte de tu vida.
Texto: Mercedes Zambudio
Fotos: Elena Merino
Lugar: El Quirófano, carril de Los Chornos 112, Murcia
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Pingback: Joaquín Lisón: “Ayer les tocó a unos, mañana serán otros, intentamos mantener vivo algo que amamos” | Teatrico | Blog de teatro en Murcia
Querid@s amig@s!!……..ya el año pasado me quedé con ganas de participar…pero me asustaba la idea de no cobrar…y de comprometer una fecha y que luego me saliese algo pagado y perder dinero. Las cosas están bastante mal para los artistas, así que sinceramente me parece que este tipo de eventos no apoyan a la profesión sino a otro tipo de artistas no profesionales que pueden arriesgarse a cerrar una fecha sin que se les aseguren unos mínimos…Creo que el verdadero trabajo sería hacer una gestión coherente y asegurar unos mínimos para que pudiésemos entrar en estos festivales l@s artistas que hemos entregado cuerpo y alma a esta profesión y que todavía, con la que está cayendo, seguimos empeñad@s en vivir del arte escénico. Buscar financiadores privados, mecenas comprometidos o trabajar en un crowfunding intensamente para poder asegurar algo…He preguntado a varios de los artistas del año pasado y me dijeron que ¡¡habían tenido que pagar por actuar!!!….A mi no me parece que esto sea dar salida al arte alternativo….si hay que pagar por actuar no creo que se esté apoyando a ningún arte ni artista.
Creo que lo primero es gestionar y después montar un festival donde tengan cabida artistas profesionales y no profesionales. Así, de esta manera, como lo venís haciendo, hay muchos que tenemos que quedarnos fuera precisamente porque no podemos arriesgarnos a tener que pagar y/o perder una fecha por un festival supuestamente alternativo….me duele no poder evitar pensar que quien no pierde son los locales donde la gente, por lo largo de las convocatorias no tiene otro remedio que consumir, pero, sinceramente lo pienso. Y me pregunto ¿se dedica un porcentaje de estas consumiciones para los artistas? Me alegraría mucho que esto fuese así y espero que si no lo es penséis en que lo sea, porque son los artistas y el público el verdadero motivo de este festival. ¿o no? Os deseo que vaya bien y que poco a poco encontréis el modo de que esto sea rentable para todos. Me pasaría algún día pero se me sale del presupuesto que tengo para salir !!! Saludicos y sonrisas!!!