Victoria Soto: «Algunos chicos me han contado que mis camisetas no fallan, ayudan a ligar»
Esta diseñadora de apariencia etérea, pero con una forma contundente de expresarse, tanto en la conversación, como en su obra, puede permitirse el lujo de hacerlo. Su formación y experiencia profesional la avalan. Victoria es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Murcia. A sus 26 años ya ha vivido la experiencia de estar un año en uno de los baluartes de la moda europea, Milán, y también en Roma. Pero no todo es formación, el valor es una de esas características claves para triunfar, y en 2006 Victoria crea su propia marca de ropa y complementos, Mademoiselle Chocolat. Mientras, no ha dejado de diversificarse trabajando, y entre 2011-12 ha ocupado cargos de responsabilidad en el sector de la moda y el arte en Roma, Madrid y Munich. En la ciudad eterna ha trabajado en el Museo Laboratorio di Arte Contemporanea, y como asistente de producción del artista Alexandre Singh, en la galería Monitor. Su paso por la capital también ha sido amplio, Soto ha participado en 2012 en el estudio del artista Marlon de Azambuja, tanto en proyectos de pintura, como en labores de comisariado en OpenStudio, Espacio de Arte OTR, Arco o Art Rotterdam. Este mismo año también realizó tareas de dibujo, pintura y organización de muestras para el artista Christian Muscheid, en Munich. Toda esta apabullante trayectoria va envuelta en Mademoiselle Chocolat, una chica de apariencia dulce, como el nombre de su marca, en el que los colores ácidos de sus diseños hacen intuir algo sorprendente. Pero como los bombones rellenos, hasta que no los muerdes no sabes qué te vas a encontrar. Vamos a ello.
¿De dónde viene tu vocación por el Arte?
El artista es un villano realizando un viaje incierto a través de colores y formas. Puedes pagar el ticket o colarte, yo soy de las que se cuelan. Te bajas en la parada que habías pensado o improvisas y lo haces en una de nombre desconocido. Llegar, llegas. Crear es fantástico, cualquier idea, experimento, trazo… dicen mucho de uno mismo. No hay reglas, cualquier cosa es posible y esa libertad es muy suculenta, interesante, atractiva… -con esta declaración de principios Victoria me deja atónito, no esperaba esta ‘explosión’ de una mujer de aspecto tan angelical-
¿Qué te ha dejado más huella de tu paso por la Academia de Bellas Artes de Brera, en Milán?
Milán es una ciudad fascinante. En esa época era muy jóven y Erasmus… Era la primera vez que vivía fuera, y la verdad es que no habría podido elegir una ciudad mejor. Es una Italia muy particular, más seria, gris, puntual, divertida y cosmopolita. La oferta cultural es muy interesante. Entre viajes y guateques siempre había tiempo para una buena galería o feria. Viajar te abre la mente, cuando vuelves todo sigue igual. Eres tú el que ha cambiado y ve las cosas de otra forma, más crítica y ácida.
Eres máster en Comisariado de Arte Contemporáneo, ¿qué artistas contemporáneos influyen más en tu obra?
Nunca había pensado en artistas sino en experiencias personales, en amor, ciudades… pero si tuviera que decir alguno diría Basquiat por lo primitivo y pasional. La fuerza del color, las mezclas y contrastes. Organizando mi primera exposición colectiva, Give me 5, en Roma fui la comisaria de Silvia Mei, una pintora sarda afincada en Milán que también tiene cierta similitud con mi trabajo. Son personajes esperpénticos de pieles extraterrestres y escenas incoherentes.
Tu vinculación con Roma es indiscutible, ¿cómo ha influido en tu trabajo?
Roma es de las ciudades más espectaculares en las que he vivido y en cambio me dejaba sin inspiración. Fue muy cursioso, todo mi alrededor era bello, y yo no podía estar más vacía. Fue un periodo de bloqueo que pasó por suerte cuando la dejé.
¿Y en Museo Laboratorio di Arte Contemporanea?
El Mlac, era un espacio de dos plantas amplio y luminoso dentro del campus universitario de La Sapienza, Roma. Los estudiantes del máster lo utilizábamos para las prácticas. Acogíamos sobre todo muestras de artistas europeos. Ayudabamos de principio a fin en el montaje, producción y presentación de las exposiciones multidisciplinares que acogía el espacio.
Y, por último, con del artista Alexandre Singh, ¿qué destacarías?
Singh es un gran artista, meticuloso y preciso. Supongo que a veces es necesario disciplina y constancia para llegar a un buen resultado. Trabajando con él esas semanas aprendí que también en la sutileza y simplicidad hay mucha fuerza. La exposición en la que participé fue Assembly Instructions The Pledge, secuencias de collage y dibujos en blanco y negro unidos por miles de pequeños círculos a lápiz. Transmitía mucha paz la sala. Conseguía relajar y envolver al espectador.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de tu experiencia trabajando en Madrid con el artista Marlon de Azambuja?
A Marlon le conocí en Roma, desde el primer momento conectamos. Le acompañaba su novia y comisaria Iciar Sagarminaga, otra gran profesional. Trabajar con ellos fue fácil, interesante y divertido. En ese momento presentaba su muestra, Nuevos Barrios, como pieza central Cuestión nacional, que se expuso posteriormente en Arco. Él define su trabajo como respuestas a estímulos que recibe como ciudadano. Es sin duda uno de mis artistas favoritos.
¿Y con el artista Christian Muscheid, en Munich?
La historia de Muscheid es divertida y curiosa, nos conocimos en un hospital. Llevaba apenas un mes cuando tuve que pasar un par de noches en una clínica del este de la ciudad por unas fuertes migrañas, él estaba allí por un percance en el Oktoberfest. Charlando esos días, me invitó a su estudio. Es un pintor super expresivo con formas planas y básicas, elección de colores perfecta, contrastes atractivos. Fueron buenos meses, le ayudaba con la pintura y montaje de exposiciones.
Y centrándonos en tu proyecto actual, explícanos el paso de las Bellas Artes a la Moda en 2006, cuando creaste la marca de ropa y complementos Mademoiselle Chocolat. ¿qué te hizo pensar en plasmar tu Arte en prendas de vestir?
Quería cruzarme con gente por la calle que llevará mi camiseta o mi bolso, esbozar una sonrisa y pensar: ese tío tiene buen gusto. En serio, empecé haciendo cosas para mi y mi hermano…vi que gustaban y pensé: «¿por qué no llevarlo a la calle?» Fue así de sencillo.
¿De dónde viene el nombre, tan sugerente, Mademoiselle Chocolat?
Sencillamente de mi pasión por el chocolate y mi ausencia de marido. Tenía 17 años. Con él me bauticé. Es dulce, da caries.
¿Cuál es la esencia de tu marca de moda?
Lo que más caracteriza la marca es la autenticidad y originalidad. Cualquier idea loca que se pase por la cabeza se puede pintar sobre la camiseta, lo que da al cliente carta blanca en combinación de tejidos, modelo y diseño. El cliente pasa a ser creador de la prenda. Son diseños divertidos y frescos. Partiendo siempre de la línea más mademoiselle chocolat (personajes clásicos) y la línea marítima.
El logo de tu marca me resulta inquietante, un corazón atravesado por átomos, ¿tiene algún significado o es meramente estético?
El logo de la marca es un corazón atravesado por atómos, sí, demuestra el contraste de la pequeñez de partículas, que son el origen de todo, con la grandeza y la fuerza de un corazón, equipo indivisible para la creación de cualquier cosa.
Pintas camisetas, vestidos, delantales, haces bolsos, pochettes, cuéntanos detalladamente cuál es el proceso creativo que realizas en cada una de estas prendas, ¿cómo lo haces, qué materiales utilizas, dónde los adquieres?
Mademoiselle Chocolat son bolsos y camisetas. Las tazas y los delantales los pensé para una promo exclusiva navideña, pero la verdad es que están teniendo muy buena acogida, por lo que seguiré con ellos para otros períodos. En cuanto a las camisetas, son de excelente calidad, es lo primero que dice la gente cuando se acercan a tocar una pequeñita esquina de la prenda. Son como un lienzo. Me siento libre abordando la tela. Las pinturas son de una marca francesa y otra americana, trabajo con éstas desde hace 7 años. Tienen muy buen resultado. En cuanto a los bolsos son íntegros hechos a mano, tanto el dibujo, como la elección de telas y su costura. Todos son cosidos por mi madre, parte vital en Mademoiselle Chocolat. Tienen acabados perfectos, duran toda la vida o hasta que mueras -me dice irónicamente, detrás de su mirada casi felina-
¿De dónde vienen los personajes que pintas en las camisetas, unicornios estúpidos, princesas apáticas, villanos, medusas…?
Nacen sin querer, haciendo garabatos en los bordes de las libretas del instituto. Han cambiado, pero los rasgos más basicos y primitivos se mantienen, evolucionando cada día. Las expresiones y gestos de los personajes son pura apatía, contrasta el verde surreal con el gesto tan humano y fatalista de nuestro tiempo. Ligero pesimismo con toque de humor. Una simbiosis de descaro, frescura y desilusión -esta combinación es el enigma de Victoria-
¿Es cierto que tus camisetas aumentan las posibilidades de conquistas amorosas a quien las viste, como cuentas en el cómic que aparece en tu web?, ¿ya te lo han comentado tus clientes? -bromeo con ella-
Es cierto, no soy una vendedora de humo, vendo camisetas y bolsos que te hacen más atractivo. Tienen efecto positivo y te ayudan a ligar. Algunos chicos me han contado que no fallan, que han tenido cientos de mujeres detrás o no tantas, pero sí alguna emborrachandola bien -evidentemente ha estado rauda en seguirme el juego, es encantadora-
¿Cómo definirías tu colección de 2013?
He seguido una línea muy flúor por un lado y marítima, siempre fiel a Cabo de Palos -de donde es originaria-. Los personajes principales se mantienen, cambiando escenario y atuendo. Los básicos llegan con fuerza sobre negros y grises, donde el MADEMOISELLE CHOCOLAT, golpea la camiseta.
No has abandonado la ilustración aconvencional, ¿qué proyectos tienes en mente, nos puedes adelantar algo?
Me encanta dibujar, ilustrar y echo de menos pintar. Me gustaría ampliar mi zona de exposiciones, probar en Madrid y Barcelona. Cuando termine el Máster me gustaría desaparecer un tiempo, las ciudades que tengo en mente son París, Londres, Berlín… Coger una casa-estudio y desarrollarme. Experimentar y probar otros terrenos y otros materiales. Más costura. Más sobriedad sin dejar nunca la fuerza y la expresividad del color. No sería capaz de dejar la marca, creo que es buena. Si llevo 7 años y la gente sigue valorando y comprando camisetas y bolsos, no les puedo dejar sin ese capricho… me siento realizada, a la gente le gusta y me hace feliz, pero no quiero tampoco que me limite y me frene. Necesito más papel y menos tela, o en este momento es lo que siento. A finales de enero o febrero haré una exposición personal, sólo ilustración, en el Café Ficciones (Murcia) que permanecerá 3 semanas. Os avisaré cuando tenga la fecha concreta.
Entrevista: Francisco Javier Nieto
Fotografías: Fran Bécares
Lugar: Espacio Pático, calle San Lorenzo, 5, Murcia
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Victoria tiene todos los componentes para ser una ARTISTA (así, con mayúsculas)
Tuve la oportunidad de conocerla el año pasado en un showroom y lo cierto es que la recuerdo perfectamente. Natural, espontánea… un placer hablar con ella. El mismo que me ha transmitido la entrevista.
Buen trabajo Fco Javier .
Un abrazo desde UK.
Irene, mil gracias por seguirnos desde UK. Victoria ha sido un descubrimiento, aire fresco, Arte en la moda, muchas de sus camisetas y delantales se podrían enmarcar. ¡Un saludo!
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